viernes, 27 de marzo de 2009

Odio

De pronto una voz irrumpió entre el bullicio de aquel lugar, era su nombre el que había sido verbalizado por un sujeto al que aún no veía el rostro.

¿Será Benji? pensó esta niña mala al sentir una voz que se le hacía familiar, como la de aquel gran amigo de la época universitaria. Pero no, no y no. Ella no debió voltear porque al hacerlo su rostro se transfiguró; de la curiosidad, su faz pasó a la sorpresa en tanto sus ojos se iban llenando de odio.

¿Quién era ese ser que había alterado su paz? Grande fue la sorpresa al ver que aquel, el de los ojos tristes de antaño, aquel al que ella amó estaba allí para hacerle recordar la forma en que desapareció, para hacerle recordar que hay gente que no tiene verguenza.

- Hola S ¿cómo estás? ¿qué haces por aquí? dijo C con una amplia sonrisa salida de ultratumba, tan nauseabunda que parecía del más allá que está bien acá. Un rostro distinto, muy propio de aquel que ha perdido la conciencia, de un desmemoriado, una sonrisa dulce, pero ¿por qué ser dulce con alquien a quien dejaste dos años atrás sin mayor explicación? cinismo sin mesura.

Los ojos de esta niña, no tardaron en transmutar; ver ese rostro quebró su momentánea paz ¡demonios! con lo tanto que le había costado lograrla. Ver ese rostro no hizo más que hacerla pasear por un camino lleno de piedras y de sangre que ahora pese a haber coagulado y cicatrizado, hizo vívido su sabor. Odio, mucho odio sintió su alma y esta explotó en los ojos, dejando heridos a los del sujeto que la miraba con tal soltura que asqueaba tanta liviandad.

Y así, entre sentimientos encontrados dentro de ella, pudo escuchar la preguntilla ¿estás llevando algún curso? y responder tajantemente NO- ¿qué haces por aquí? Participo de un proyecto. Ah ya, bueno, chau, cuídate. Chau.

No se necesitaba más, no merecía más palabras, sólo que aquellos ojos se tornaran relámpagos para destrozar sus retinas y hacerle recordar que el amor cuando fue amor, realmente se puede convertir en odio.

Y esta niña mala, por primera vez en su vida, sintió odio en su corazón por alguien a quien amó.

Saludos

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