Aquí, el intérprete de intérpretes, el eterno Nino Bravo, ahí les va. Cuando yo nací ya era una leyenda, pero es de esas personas que no mueren, de esas que su talento trasciende las generaciones y el paso del tiempo.
Nótese que está cantando en vivo, nótese que improvisa la letra, nótese lo sostenida de su voz, nótese que es eterno, que aunque uno tenga 15, 20, 30, 40 años, no puede negar el talento de este hombre (independientemente del género que canta)
¡Salve Nino!
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