viernes, 13 de junio de 2008

Entrinculada Sofilandia Doaremonesca

Cargadas nubes copan mi mente de niebla, el dolor dicen que pasa con el tiempo, pero hay algo que ni la misma eternidad puede curar y eso es un alma desmembrada por las tenazas que debajo de sus arterias se esconden.

Aquel personaje de novela, de cuentos de hadas, ese compañero de infancia, ese que acompañó mis sueños sin estar corpóreamente pero estando en esencia...

Es entonces que, como siempre, la mente divaga, buscándole el hilo narrativo a esta comedia que es mi vida. Alguna vez una psicóloga a la cual acudí luego de haber ingresado a una facultad donde fui el bicho raro (sí, debí haber ingresado a tu facultad y allí seguro hubiese sido la más cuerda) me dijo: "El mundo no es como tú quieres que sea, sino como es, las cosas no suceden como en el mundo de Sofía". En ese entonces ella no me decía nada nuevo, siempre vi la vida de una forma en la cual nadie más la veía.

A la gente se le hacía tan fácil vivir, parecía ser que ya conocían los caminos por los cuales andar y al parecer eran los mismos para todos, pero yo no quería verlo y es que, ¿para qué aceptar una realidad que no te satisface? opté por la fantasía, como en la infancia, al morir mi hermano y nacer la tristeza de mi madre, opté por la fantasía cuando inicié una carrera que no era la mía. Elegí la magia para olvidarme de las burlas de párvulos inmaduros al ver mi obesa humanidad arrastrarse por la universidad, opté por la imaginación (y mi pc) pese a que los profesores de narrativa televisiva me decían que no escribiera cosas que jamás se podrían representar...guardé esos escritos y me vi obligada a escribir sobre situaciones cotidianas para que me aprueben en el curso de narrativa televisiva. Me jodió llevar esa carrera que mató gran parte de mi imaginación pues "debía escribir cosas concretas, lo más próximo a la objetividad" ¡Qué carajos!

Mi madre tiene algo de mística, ella cree que soy una niña azul. Alguna vez leí en páginas web que un niño azul es aquel que viene predestinado a cambiar el mundo pues tiene una mirada distinta de este, ya que es más intuitivo y perceptivo que el resto de gente y tiende a sacar las mejores cualidades de las personas que los rodean. Mi madre dice que desde niña fui muy madura y tuve ideas propias, que nadie me había inculcado, en fin. Yo, a la fecha, siento que debería vivir tres vidas, de otra forma dudo que pueda hacer todo lo que deseo y por ende, ser feliz a lo largo de mi vida y sobre todo llegar a mi lecho de muerte con una sonrisa de satisfacción de haber logrado mis más ansiados sueños. Es por ello, que hoy, a menos de un mes de cumplir un año más de experiencia y uno menos que me queda por vivir, pienso en las cosas que quiero; alguna vez hice un listado de cosas que quiero en la vida, pero hoy esta lista se ha reducido en algo, y es que creo que se ha vuelto más esencialista ¿existe esa palabra? bueno...

Sofi realista quiere:

- Conocer a un hombre de mente abierta pero no ultrajada, es decir que, como yo, valore los sentimientos de las personas, especialmente de una mujer y quiera a largo plazo tener una familia (es decir tres hijos y un bobby xD)

- Trabajar en proyectos de desarrollo social y vivir de ello (ONG que traten temas de salud, infancia, agricultura sustentable, aquí estoy)

- Hacer la bendita carrera de Linguística y tarde o temprano (más tarde que retarde) ser catedrática de esa universidad, sí, esa, e invitar a Marco Aurelio Denegri a mi casa a una deliciosa tertulia palabrera (claro, en ese entonces, con un cartón de esa especialidad, tendría el valor de enfrentarme a don Marco Aurelio, a quien perseguí en mis épocas universitarias por cuanto auditorio se presentaba, mientras que mis compañeras de facultad soñaban con los rubicundos muchachos de "Savage Garden")

Sofi Soñadora desea:

- Seguir viviendo experiencias bizarras, conociendo más gente salida de fábulas, que al igual que yo han creado su propio mundo dentro de sus mentes y que no les importa más que ellos mismos, porque ¡total! son dueños de su propio mundo y obedecen a sus propias reglas.

- Vivir una noche intensa con mi amigo el poeta, sentir sus manos, besarlo, reirme, tomar mucho vino con él y al día siguiente olvidarlo todo y seguir siendo amigos (eso no es real, obvio, por ello JAMÁS pasará eso con mi amigo poeta, pese a múltiples coqueteos).

- Buscar a Monsecín y decirle: Oie monse, ya ta tooo olvidaooo, sigamos siendo amigos right now! (pero eso ya sabemos que no pasa, que lo pasado no pasó en vano y lamentablemente las experiencias dejan marcas que hacen borrar la magia de lo irreal, una pena) o mejor aún...Retroceder el tiempo a un viernes por la noche, la primera vez que vi a Monsecín y haberle respondido "quiero una pareja" cuando me preguntó: "¿qué es lo que quieres?" y haberme mantenido firme en mi decisión de ser sólo amigos. Seguramente hoy tendría una historia bonita que contar al respecto y no la serie de desatinos en los que incurrí por mi poco usual manera de ver la vida...

- Seguir viviendo experiencias bizarras, conociendo más gente salida de cuentos (no, no es error, estoy repitiendo porque en verdad me encantría esto) fumarme un tr.. de marih..., el que nunca he probado pues mis amigos siempre me vieron como "la niña que debían cuidar" y por ello nunca me invitaban.

- Dejar mi carrera como está y dedicarme a la música, juntarme a un grupo que ame las letras y la música y vagar por el mundo cual ermitaños, comiendo un chocolate por día para mantener las energías y sólo eso.

- Tomar un vino, encerrarme en una habitación, convulsionar y expulsar escrito tras escrito, como lo hacía antaño, antes de P, un muchacho que ... me hizo ver por primera vez que la vida no era como yo la había dibujado en mi mente. Sí pues, mis ganas de escribir y sobre todo mi capacidad para hacerlo de manera correcta murieron en un 89% luego de la debacle de P, ya hace siete años.

Sofi Sofi está pensativa y sabe que todo tiene sus pro y contras. Sabe que:

- A los hombres no hay que darles sexo hasta que estés segura que te aman, porque o sino, luego de cada "entrega" te respetan menos, cosa inversa a lo que le sucede a una mujer, que en tanto más se acuesta con un hombre, más lo respeta, admira y ama.

- Si no llega un hombre con el cual formar una familia, probablemente pase mi vejez en un desolado sanatorio para ancianos, contando mis historias inventadas a otros viejitos tan o más desdichados que yo. Por ello, en ese sentido mi balanza se inclina por la Sofi racional, ya que no quiero morir sola.

- Sofi tiene que estudiar Linguistica asi se quede sin tiempo para dormir ni dinero para comer, porque si muere sin haberlo hecho, su vida no habrá tenido sentido.

- Sofi quiere ser madre, pero sabe que si sigue creyendo en que todo ocurre como en los cuentos de García Márquez, donde el cuerpo de un muerto hermoso no se descompone, donde Eva está dentro de su gato, seguirá creyendo que los hombres aman al sentirse amados y que valoran la entrega apasionada de una mujer, la fidelidad y la familia y por ende seguirá esperando sentada hasta que la muerte la coja. Por ello Sofi sabe que si llega a ser madre, deberá ser de los hijos de un hombre normalito, afanosito en su carrera y con ideas semi parametradas, porque sólo ellos logran un hogar medianamente estable (personajes de cuentos son excelentes como amigos, pero dudo que se proyecten como padres pues, en el mundo de la fantasía no existen ese tipo de situaciones tan terrenales)

- Sofi acepta que su madre tenía razón, que a los hombres (sí, es un reitere extremadamente INTENCIONAL) no se les debe dar sexo porque para ellos es sinónimo de sometimiento (mujer que les ha dado sexo se convierte en su propiedad y por ello ya no piden permiso para nada, se creen el dueño del cuerpo de la mujer, e incluso de su dignidad)

- Sofi tiene sueño, sabe que debe dormir, pero no lo hace porque espera que el hada de la fantasía llegue a contarle un cuento, que narra las aventuras de una mujer que no envejece, que es joven siempre y que día a día en lugar de envejecer va rejuveneciendo y con ello va recuperando experiencias que no se vivieron en su momento. Sofi espera que el hada la devuelva a aquel viernes con Monsecín, para poder decir las palabras correctas. Sofi espera que el hada la traslade a 1994 y haberle dicho que sí a ese muchacho, ese que junto a ella y la profe de lengua, dedicaban sus tardes a escribir sobre la vida, el que hoy está casado y tiene dos niñas bellas, el que gusta del mismo estilo de vida que ella y de la misma música. Sofi espera regresar a 1987 y darle un enorme beso al tío querido y decirle que lo quería más que a su propio padre, cuando salió a aquel viaje del que nunca volvió. El hada de los sueños ¿dónde está? ¿dónde estás hada mía? Ven a enjugar mis lágrimas, ven a mirar mi sonrisa, devuélveme la mano de mi tío, que me llevaba encantado a la tienda de la esquina a comprar muñequitas de papel. Hada mía, devuélveme los años que no viví, devuélveme mi infancia hecha mozaico de grises, devuélvemela para teñirla de colores. Devuélvemela para secar las lágrimas de mi madre y pedirle a diosito que no se lleve a mi hermano al cielo, porque con él se llevó la alegría de mi madre y con ella...los colores de mi infancia.

Devuélveme la pureza de mi alma, devuélveme mi ingenuidad. Devuélveme la ignorancia, el desconocimiento del mundo. Hada mía ¿estás? Hada querida, tengo sueño, me duele la espalda pero no pego los ojos, por el contrario, escucho música alegre que me hace recordar los días previos a mi accidente, por el cual dejé de caminar por varios meses, en aquel entonces hada querida ¿te fuiste de viaje, no? porque estaba logrando ser feliz y me dejaste caer, caída de la cual no me levanté hasta luego de 9 meses (y por cierto, desde ese entonces he buscado que cada uno de mis pasos no se de sólo para mi sino para alguien más)

Hada mía, ahora comprendo, que haces cosas locas hadita, que me das lecciones de las maneras más inverosímiles, que me has hecho fuerte y que pese a haberme dado de bruces con la realidad aún creo en la magia y es ella la que me hace escribir ahora y la que me impulsará a retomar los cuentos, a crear realidades donde pueda ser feliz, donde la gente sea como yo quiero que sea, donde pueda vivir lo que no viví.

Te adoro magia, soy tu esclava, porque pese a reconocer cosas de la realidad no te dejo ni te dejaré ¡carajo! me tienes ahuevada, hoy como ayer, desde mi primer cuento, cuando apenas tenía 12 años, como a mis 19 con mi primera novelización...¿dónde quedó esa Sofi? pues ¡aquí está! es sólo que había estado muy escondida, pretendió reemplazar su amor por las letras, por el amor a los hombres. Craso error...las letras son fieles y adaptables, los hombres no.

¿Acaso es este el inicio del fin de este blog de temas de género, para regresar a ser la Sofi que fue hasta antes de entrar a aquella universidad y a aquella carrera?

Quizá se cocine un nuevo blog... y aunque no lo crean, sé que este cambio tiene la influencia de un personaje reciente de mi vida, alguien a quien creí amar y hoy, viendo las cosas con las lunas no tan empañadas, me doy cuenta que lo que amaba era lo que él representaba: Él hace todo lo que yo quise hacer en la vida, pues estudia en aquella universidad (sí, esa) y la carrera que yo amo. "Tú puedes", me dijo alguna vez y me devolvió la esperanza, esa que hoy se aviva más.

Y es que este no es un cambio, es sólo un retornar, a mi esencia, a mi destino, a mi sangre, a mi felicidad, esa que encubrí por más de 10 años.

Saludos.

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