lunes, 7 de mayo de 2007

Cajita sin paciencia



No puedo vivir sin la ilusión. Y es que a sabiendas que no existe el príncipe azul, el caballo blanco y haber asumido que no soy Cenicienta, aún siento una enorme ilusión.

Al verte me sentí en las nubes y mis labios no pudieron resistir los tuyos, tan suaves, blandos, dulces, mágicos, absorventes, núbiles, labios que me hicieron soñar.

Y, pese a que sé que debo tener paciencia contigo a ver si te dignas enamorarte de mi, con el riesgo de darme cuenta de que jamás me amarás...

En una cajita fresca guardo sentimientos albergados por una eternidad con recelo para ese alguien que de llegar será el hombre más amado que ha existido jamás.

En esta caja guardo besos, caricias, comprensión, ternura, afecto, pasión, escucha, paciencia, paz, inspiración y eterna felicidad cual cuento de hadas.


¿Cuándo se abrirá tan preciada caja?...



Más allá está el futuro, a su lado, con tres hermosos hijos, preciosos de alma como su padre, ese gran hombre ¿serás tú mi querido C? Sólo me queda tenerte paciencia y muucha confianza, a riesgo duro de salir herida, pero ¿acaso no será más doloroso quedarse con la duda? pues para que eso no suceda es que te llamé, luego de seis meses, salimos, te besé y nos sentimos felices (tal cual tú lo dijiste mi querido amor)

Pero, la paciencia se me hace una tortura, y la presión es lo que menos debo ejercer sobre ti. Y me cuesta taaanto, sí, reharto no llamarte todos los días y mantener la sonrisa pese a extrañarte tanto. Me cuesta tanto no escuchar tu voz, me cuesta tanto vivir sin ti...


A estas alturas del relato, pensarán "qué huachafada es esta!!!" pero piña pess, esta niña mala se enamoró, así que aguanten nomás tanta cusilería, jeje.

Algunas amigas me dicen que no me ilusione, que eso me hace mal, que cometer el mismo error de proyectarme en exceso hará que me estrelle de manera estrepitosa. Pero no puedo y quizá no quiero, evitar que mi alma rebose de alegría al recordar ese maravilloso feriado que pasé a su lado. Quizá sea mi inocencia (sí, aún me queda) la que me hace pensar, que él es cien por ciento sincero y que tiene buenos sentimientos, no dudo ni una pizca de eso, no quiero dudar, quiero tener fe. Fe en que eres tú mi querido C.

Mañana es un nuevo día y ya no quiero pensar en ti. Deseo sentir paz y trabajar tranquila, pero lamentablemente no puedo tener paz si no escucho tu voz, si no siento tus manos.
Ojalá me ames y no seas uno más que habla y habla porque le es muy fácil y nada tiene que perder saliendo con una chica que le gusta y con quien le gusta pasar el rato. Ojalá no sea sólo eso, que te gusta tan solo pasar el rato.
Saaanta pacienciaaaaaaa.
Amén








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