domingo, 29 de abril de 2007

Esas reuniones



Anoche: Reunión en casa de una de las amigas de esta niña buena. Anoche, todas irían con el marinovio. No importa, llamaré a las otras niñas malas del grupo, que están solteras como yo-pensé- para no hacer el papelón de llegar sola.
Antes no me importaba llegar sola a una reunión de amigas, pero ignoro por qué ahora sí ¿será porque casi todas ya están emparejadas? Una de ellas, una queridísima amiga, se casó hace pocos meses y las demás están de novias. Sólo somos cuatro (de las trece que somos) que aún nos mantenemos sin compromiso estable. Sin contar a una que suele acompañarse de su ex, pues entonces quedamos tres. Una de ellas, gran amiga, loquísima, alegre, esooo, la llamaré, pensé y así lo hice, pero oh sorpresa, los compromisos familiares que nunca faltan hicieron que en lugar de ir al cumpleaños de nuestra querida B, ella se fuese a otro lugar ¿y la otra solitaria? pues ni idea, no suelo concertar citas con ella porque aunque es una buena chica, considero que se ha quedado en la etapa universitaria, sí, en los tiempos en que una toma y toma (licor sin precauciones) sin importar el qué dirán y las consecuencias en la salud, así que no va, eso ya no va conmigo.
¿Entonces? Bueno, esta niña buena tenía dos opciones: Ir al cumple de B o ir con una amiga (la del ex) a un conocido pub capitalino con un amigode la amiga (o sea mal tercio) y, ya que la primera opción se me pintaba gris ya que estarían todas las marinoviadas con sus consabidas charlas maritales y la verdad que no me siento muy cómoda cuando eso pasa, porque si de "eso" iban a hablar, yo debería referirme al sex buddy, pero como ke no pega bien hablar de él cuando todas están hablando de sus "firmes", pues la segunda opción se presentaba tentadora, aunque igual, tenía que ver con quien ir para no estar de violinista, aunque sea un amiguín.
Esoooo!!! el sex buddy ¿cómo no se me ocurrió antes??...¡claro! él podría acompañarme...
Llamé al sex buddy (bueno, en realidad le timbré para que me llame, como efectivamente lo hizo jeje) y conversamos, le dije para que me acompañe, pero ¡demonios! había olvidado que al ñaño lo acaban de operar hace poquito de algo medio delicado ¡diablos! me dijo -pobechito- que no podía ni salir de su casa (obvio) y que apenas cicatrice su herida y ya no le duela, pues saldremos a donde yo quiera y que me acompañará todas las veces que quiera ¿perdónnnnnnnn? tampoco tampoco ahhh.
O sea, es mi pata, lo aprecio bastante (y debo reconocer que últimamente, desde que está operadito y lo veo tooodos los días en el mess, pues me provoca cierta ternura), pero me entró la duda ¿se estará tomando esta situación un toque en serio?? Si bien es cierto, cada vez que hablamos hemos dejado en claro que somos sólo amigos, pues quizá esa línea racional se esté acortando cada vez más.
Ahora, me quedé pensando en ¿qué va a pasar cuando mi querido amigo esté sanito y nos volvamos a ver? ¿Realmente quiere salir conmigo? ¿Y si me arreglo con mi adorado C? (con quien supuestamente conversaré más pronto de lo que puedan imaginar) ¿dónde queda mi estimado L? ¿es justo para él, tan buen amigo, que esté enganchando emocionalmente conmigo (aunque no lo diga yo lo siento porque siempre está para mí, a mi disposición) mientras yo no lo veo como prospecto de pareja? ¿Y si luego de hablar con C resulta que nada se concreta? ¿acaso caeré con más fuerza en los brazos de L aún sabiendo que no es mi tipo de chico y que no veo futuro en una relación con él (y es más, él tampoco, porque así como él sabe que yo quiero algo con C, yo sé de su boca que él no quiere relación alguna)
Es curioso que luego de tantos (y constantes) aclares, tu sex buddy te diga que eres suya y que tiene mucha suerte de conocerte y que ojalá todas las chicas fuesen como tú y que es increíble lo mucho que se divierte conversando contigo y lo más trágico !!!!qué quiere mejorar para ti!!!!!
Aunque reconozco que me halagan sus actitudes, sus palabras y me entusiasma el hecho de poder contar con un alguien decentemente aceptable, a quien puedo presentar a mis amigas, ¡y al fin! dejar de evitar esas reuniones marinoviescas, pues sé que no es lo justo para él ni para mi, que tengo a otro en la cabeza y en el corazón.
Sólo espero que de esto nadie salga herido y lo que es peor, confundido. Ni mi estimado L dolido si esta niña mala concreta algo con el adorado C, ni enamorado si esta niña buena mala cae de rebote en sus brazos si C no se manifiesta.
Sí, sólo de rebote, porque si algo tengo en claro es que definitivamente L no es el tipo de hombre que quiero como pareja con miras a un futuro formal y religiosamente sacramentado
¿Suena exagerado? quizá lo sea, no lo sé, en realidad hay muchas cosas que no sé respecto a esta triada en la que estoy metida y al futuro que me depararía con alguno de ellos (sobretodo con L, me aterra pensar en un futuro con este niño bueno, medio malo, taaann parecido a mi a diferencia de C, que es un incomparable complemento).
Y qué curioso que todo esto se aclarará luego de la conversación con C, esa que ya no debo retardar más. Ha llegado el momento de la verdad.
Señal de la cruz, señal de la cruz, señal de la cruz, elevado a la N, me cag.. de miedo. Saludos a todos y que tengan una buena semana.
Y sorryyy por esta redacción tan confusa, tanto o más que mi mente en estos momentos, a tan altas horas de la madrugada.
Epílogo:
Cuando a L ya le haya cicatrizado la herida de su operación, ojalá no se le abra otra en el corazón...

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