viernes, 13 de abril de 2007

Bochornosa confesión


Y cuando me faltes qué es lo que voy a hacer? pensé. Entonces me di cuenta que te necesitaba mucho, porque pude llorar en tu hombro. Debía tenerte conmigo, pues ya me había hecho a tu presencia y tu cariño.


Al diablo el orgullo, te dije que te quería y que quería estar contigo. Como la respuesta fue negativa, asustada emprendí un viaje vital y decidí que debía aprender a vivir sin ti, sin tu hombro, sin tu fuerza que me hacía débil.


¿Suena soso? pues lo es. Así estuve y es a eso a lo que le temo, a perder mi individualidad, mi fortaleza, por unos besos y abrazos, por una sonrisa encantadora, por una mirada lasciva, pero que no me da lo que espero, su querer (jajaj, ke huachafo sonó eso, pero así es, no hay otra, es su querer, juju).


Tengo miedo y no es ego mi querido C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esta maldad bondadosa fue comentada por