Para toda ocasión, yo me mi contigo, no puesss

Hoy, torpemente eliminé un post que pusiera en este blogg el pasado 26 de setiembre. Sin embargo, como no existen las casualidades, o sea, por algo pasan las cosas, pues estoy pensando en que tal vez esta "torpeza" sucedió para que la buena niña mala se decidiera a colocar una entrada esta semana.

Bueno, parece ser que las cosas van alineándose, ya no los planetas en línea mi querido P, como en aquel 2002, no, esas son bobadas de jovencitos a punto de salir de la universidad. Hoy se cruzan más cosas, más allá de las hormonas y más allá de la razón. Suena cursi otra vez? bueno pues, si no quieren leer cursilerías contemporáneas pues entonces no lean más este blogg.

Aquí no hablamos de una Candy esperando a Anthony (quien muere, por cierto) sino de una mujer de clase media, que conoce a su par (eso espera ella, que el susodicho sea su par) y de pronto ve renacer dentro de si el fantasma de P, las lágrimas, las dubitaciones, su fragilidad de mujer ante determinadas situaciones que valga la aclaración involucran a un ser del sexo opuesto (sí, los de ese género, jojo). Bueno, pido disculpas a las hermanas feministas, pero esta chica ha caído ante las garras del lob (bueno, él dice que es el lobo) qué se puede hacer.

Sin embargo, la mente de esta fémina limeña divaga al pensar que a su edad su madre ya la tenìa a ella y a su hermana, o sea, horror, mmmm, no. Simplemente son otras épocas y ahora la prioridad de una mujer no es encontrar el príncipe azul, porque simplemente este pertenece al club de Santa Claus, o sea de aquellos hombres casi perfectos que NO SON REALES.

Pero existen los hombres y vaya que de todos los tamaños y colores, de todas las mentes y no mentes, de todos los prejuicios y casi desprejuiciados. Los hay inteligentes, cultos, inteligentes y cultos, tontos, calabazos, tontos y calabazos, y algún especimen por allí que es culto y tonto a la vez...

Los hay para toda ocasión y para todos los gustos. Los hay para una noche, los hay para amigos (casi hermanos) los hay para agarres y los peores: los que son para toda la vida. O sea, es alucinante darse cuenta una como mujer y RECONOCER que en verdad cuando los hombres dicen "quien entiende a las mujeres" tienen algo de razón. Desde mi reciente experiencia puedo decir que si bien, algunas mujeres tenemos el ideal de hombre en la mente, creemos negativamente que no va a llegar y nos ponemos triste por ello. Pero cuando llega...NOS SENTIMOS PEOR...entra el miedo, el pánico, la inseguridad ¿le gustaré? ¿y si le gusta otra? ¿qué tanto le gusto? ¿y si me está mintiendo? ¿ y si tanta bondad es una treta más, sólo que con mayor artilugio?? No, no puede ser tan bueno, seguro es hipócrita, mejor le digo adiós y !!zas!!! eun una botamos a un pobre hombre de nuestra vida, por el simple hecho de ser demasiado bueno, tanto que no nos la creemos.

Pero, por alguna extraña razón, cuando un hombre está verdaramente interesado en una pues regresa, y aún cuando te haya visto llorar de la manera más desconsolada y según algunos de mis amigos -espantante- pues regresa y quiere volverte a ver. Te intenta besar pero te niegas con delicadeza y no te reprocha, no fuerza las cosas a su medida sino se acopla a ti y entiende tus temores. ¿Puede ser tanta belleza una dulce realidad?? Saberlo a estas alturas del partido, a poco de haber iniciado un segundo tiempo (quizá de un entrenamiento) sería ilógico. ¿Dejarlo al tiempo? no lo creo, el tiempo no dice nada, Yo más bien hablaría de"dejarlo en la mano femenina" porque vaya Dios mío, a mis 27 años vengo a convencerme de que las decisiones fuertes en una relación las toma una y que si una dice no, pues es no y si él lo respeta, pues ese no, en breve se convertirá en sí.

Dios, creo en Dios y no creo en las casualidades, estoy convencida de que cada suceso acontece por algo, no es broma, quizá la foto de una persona a quien amarás y te amará te puede llegar el día de hoy via email, una persona a quien le perdiste el rastro cuatro meses atrás o quizá más ¿lo dudas? a mi me pasó y llegó. La historia no acaba, apenas empieza, no sé si él me llegue a amar y no sé si yo llegue a amarlo, pero !Dios! !nos gustamos tanto! y la pasamos como nunca antes la habia pasado con alguien de esa especie, conversando, bailando, algo raro...

Una buena semana para todos