Luego de estar varios días postrada en cama, con fiebre, infección, ampollas, pastillas, consultas en el hospital y demás, esta niña mala ha resucitado.
Y, esta noche, luego de varias sin poder abrir los ojos (lo que incluye no ver tele, ni prender la pc) esperó que todos fuesen a dormir para poder abrir la puerta principal (sí, esa que ha estado prohibida, primero porque ni fuerzas tenía para acercarme a ella y segundo porque si el aire me rozaba podía no estar contando estas líneas en estos momentos) y al abrirla, se topó con una fabulosa imagen, la del parque de siempre, pero cosa curiosa que siendo las 11 de la noche tuviese el cielo sonrosado, esta buena niña mala, corrió a buscar la cámara de fotos y por primera vez en su vida sintió que debe comprar una que ponga, una semi profesional o algo que se le asemeje, porque lo captado por mis ojos no ha sido ni mínimamente captado por mi camarita.
Felizmente el buen amigo photoshop ayudó algo y así, pasé de esta foto, en la cual no se vislumbra el color rosa del cielo, ni lo intenso de las luces del parque, ni lo fresco del arbol de la izquierda (un verde espectacular que jamás había visto por estos lares)
... A esta, con un filtro magenta, un 24% de sombras y un 100% de luces, que al menos rescató un poco de lo que mi retina había captado.
Y, esta noche, luego de varias sin poder abrir los ojos (lo que incluye no ver tele, ni prender la pc) esperó que todos fuesen a dormir para poder abrir la puerta principal (sí, esa que ha estado prohibida, primero porque ni fuerzas tenía para acercarme a ella y segundo porque si el aire me rozaba podía no estar contando estas líneas en estos momentos) y al abrirla, se topó con una fabulosa imagen, la del parque de siempre, pero cosa curiosa que siendo las 11 de la noche tuviese el cielo sonrosado, esta buena niña mala, corrió a buscar la cámara de fotos y por primera vez en su vida sintió que debe comprar una que ponga, una semi profesional o algo que se le asemeje, porque lo captado por mis ojos no ha sido ni mínimamente captado por mi camarita.
Felizmente el buen amigo photoshop ayudó algo y así, pasé de esta foto, en la cual no se vislumbra el color rosa del cielo, ni lo intenso de las luces del parque, ni lo fresco del arbol de la izquierda (un verde espectacular que jamás había visto por estos lares)
... A esta, con un filtro magenta, un 24% de sombras y un 100% de luces, que al menos rescató un poco de lo que mi retina había captado.
Creo que resultó lo mejor que se pudo, pero no me quita la idea de la cámara tramposa, que ya no le deja qué hacer al photoshop xD
Un abrazo a todos y que tengan una buena semana
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