martes, 6 de enero de 2009

Supervivencia


El fin de año me agarró con pensamientos y sentimientos encontrados. Primero, la decepción que causa haber tenido la chamba soñada y darte cuenta "in situ" que no era la gran cosa y que por el contrario, el lugar estaba infestado de pirañas; con ello vino la crisis de ¿qué haré de mi carrera?

El año 2008 iba apagándose y el amigo "X" había desaparecido, no daba señales de vida desde la fecha de su cumpleaños...

De otro lado estaba ella, la niña mala, preparando lo que sería su ingreso triunfal a la universidad que tanto ha amado desde sus años de secundaria, sí, el inicio de su segunda carrera (primera en su alma) estaba por venir. Ya había averiguado todo, ya tenía los papeles y ya sabía el trámite que debía seguir, que no iba a llevar todos los cursos de estudios Generales porque los de su carrera podrían ser convalidados y ¡excelente! es ahorro de tiempo...y en esas idas y venidas en aquella universidad que más parece un anexo del Parque de las Leyendas (estoy hablando por la herida) esta buena niña mala se dio de bruces con una realidad para la que no había tomado precauciones: El alto costo de la convalidación de cursos.

- "Por cada crédito que desee convalidar, debe pagar 30 soles (aprox 10 dólares)".

- "¡Quéeeeee!" (mi grito interior)

Y así, sacando cuentas, aparte de pagar la inscripción para que evalúen mi expediente, y pagar la matrícula y los créditos de los cursos que llevaría, debía contar con dinero para pagar los créditos a ser convalidados y esto, ya rebasaba mi bolsillo pues para mi actual economía constituye una pequeña fortuna que no tengo. Parafraseando al Chapulín Colorado "No contaban con la convalidación".

Pero eso no era todo, el último mes del año me trajo muchas cosas y muchos cambios. Mi ex "E", el 10 años mayor que yo, me propuso ser socia de su empresa, me dijo que sólo yo podría tomar decisiones importantes allí, que mi perfil era el indicado, que aceptara trabajar con él y él me daría parte de su empresa y la responsabilidad de gestionar su cartera de clientes en el Perú. Casi me muero. "Tú siempre has querido tener tu propia empresa, y esta es una buena oportunidad para que la tengas", me dijo. Al instante recordé al amigo "X" al que propuse iniciar un negocio de similares características y al que encomendé una tarea que hasta ahora me está cumpliendo. Debía conversar con X para contarle esto y que me ayudara a tomar una decisión; si él seguía conmigo en la aventura de la empresa propia, pues rechazaba la oferta de mi ex (aunque su incumplimiento creo que ya me daba una respuesta) Y así, pasaron los días y X no dio señales de vida, pero tonta yo, estuve esperando taaanto tiempo su respuesta, que la alternativa de ser socia del ex, desapareció, el hombre no podía esperar tanto, es un hombre de negocios y para él tres semanas significa DINERO y CRECIMIENTO...

Bueno, se perdió la propuesta del ex, que la verdad no me animaba mucho porque la verdad, paso de él, su imagen espero se me borre pronto de la mente, que aunque es un hombre brillante para los negocios, abserve la alegría de cualquiera, cual vámpiro.

...la opción de arrancar ya con la segunda carrera se esfumó también, ante la falta del vil y sucio dinero

...pero esta carencia me hizo reaccionar y ver qué posibilidades tengo para salir de esto (ya que no estudié una carrera onerosa) y con ello recordé a un amigo que tiene un negocio de accesorios para chicas y bueno, ya entré con él :D

Las últimas semanas del 2008 me hicieron ver mi condición de superviviente en un país llamado Perú, en el sur de América y... me sentí orgullosa de serlo.

Entonces recordé las palabras que alguna vez X me dijera (refiriéndose a una mozuela de 15 años que ahora copa su cerebro) que "la madurez no tiene nada que ver con la edad porque conocía una chica de 15 años, muy segura de sí misma, muy madura" y ahora, sin la venda en los ojos y con el amor propio ganado sólo a punta de batallazos con la realidad puedo decir: Claro pues, bien segura porque tiene un techo pagado por PAPI, paga la combi con el dinero que le da PAPI, compra libros con el dinero que PAPI le da, se llena el estómago con comidita y bebidita, gracias PAPI (o mami)...bueeeeeno, así cualquiera se siente segura ¿no? si de tus opiniones y actos no depende si tendrás o no comida mañana...

Y entonces recordé cuando yo tenía 15 años, cuando era la muchacha gorda más arrogante del colegio, la que se burlaba de la gente con mala ortografía, o de aquellos que no habían leído a García Márquez, Charles Dickens, Oscar Wilde y demás gentita. Y es que es bien fácil sentirse segura cuando no tienes preocupaciones de supervivencia en la mente, cuando aún estás en el nido creado por papi y mami donde nada te falta, es bieeeen fácil y lo digo por experiencia propia...

Entonces entendí cuan maduro es X...

Y comprendí y arranqué muchas cosas de mi mente y de mi corazón, respecto a él, respecto a mí, respecto a la vida y...me siento muy bien con todo ello.

Un gran abrazo a quienes me leen, este es el año de la revolución :D

Aquí una canción, el himno de mi grupo de amigas de la U, esta vez la siento tan míaa, no ólo por la historia de amor que narra, sino porque en general "he sobrevivido y ahora ando con la cabeza en alto" :D soy muy feliz...una superviviente feliz que sabe lo que quiere y lucha por ello :D



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