domingo, 24 de febrero de 2008

Colores

Esta es una toma del arco iris que rodeó a mi casita la tarde de ayer

La tarde de ayer, por primera vez en mi vida, no me sentí sola, me sentí feliz porque estaba conmigo misma y esa Sofi con la que estaba me gustó mucho.

Salí de casa a solucionar un asuntillo y la garúa que habia empezado unos minutos antes, cesó, dando lugar a un magnífico espectáculo. Sobre la fachada de mi casa vi un hermoso arcoiris, que no dudé en retratar.

El atardecer se hacía anochecer, todo salió bien con el asuntillo, al menos temporalmente. Un centro comercial limeño me albergó por algunos minutos, pues pese a la temporal imposibilidad de adquirir bienes vanales, no resistí la tentación de seguir a mis oídos, la música venía del segundo piso, cumbia bien peruana que hacía mover mis pies. Sin dudarlo emrumbé mi sebosa humanidad hasta las escaleras ¡Dios, hace tiempo que no subía tantas escaleras! y el soprepeso ya me está pasando factura.

Sea como sea, subí las escaleras y vi a la banda, entonando los temas cumbieros que la gran mayoría de peruanos baila actualmente. Quedé mirando a las dos chicas, empleadas del centro comercial, que bailaban al son de tan pegajosa música. Vi también los tíos mañosos que les miraban las piernas a las mencionadas chicas, así como a preadolescentes aprovechando las circunstancias para zafarse de sus padres y dar vueltas por el centro comercial sin la supervisión paterna.

Un rato de sentirme feliz, sola, pensando en lo que había pasado conmigo en una semana tan veloz en mi vida, me hizo sentir taaan agradecida con la vida, por lo que me ha dado, por lo que no me ha dado y por lo que me dará. En ese momento etendí por qué pasaron ciertas cosas en mi vida y por qué el año 2007 no fue el mejor y por qué este se vislumbra como bueno. Recordé lo que perdí y lo que he ganado y agradecí a la vida y a Dios y a su madre por ello.

Cualquier chica, después de una semana como la que tuve, hubiese querido estar acompañada, contando a todo el mundo lo que le pasó, pero es que yo soy muy intro, lo disimulé bastante bien durante la época universitaria pero ya no más, ahora vuelvo a ser quien fui y la verdad la pasé muy bien conmigo misma en ese centro comercial, escuchando música peruanísima, recordando cosas, proyectándome y sobre todo con una sensación de plenitud e integración total.

En la tarde de ayer, el planeta confabuló a mi favor, porque por primera vez en la vida, me sentí feliz estando conmigo misma, sin hacerme falta nadie más, cualquiera que hubiese osado perturbar mi estado de paz, hubiese estado de más. Claro, salvo el arco iris XD

Saludos a todos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Esta maldad bondadosa fue comentada por