miércoles, 24 de enero de 2007

Los Cristales de mis Ojos. Sensibilidad Musical parte II










Hoy, como muchos días desde octubre y en realidad, como muchos días desde siempre, iba en bus rumbo a la oficina. Mi cabeza estaba fresca, pese al radiante sol que hoy día salió.
Pareciese que esta niña mala, no tan mala está encontrando su equilibrio, o quizá es que ya se está acostumbrando a ser nuevamente ELLA, o sea, a no depender de ningún modo del especimen de género masculino que ejercía influencia en sus pensamientos y en su actuar.

Sin embargo, no hay que ser ilusos, las cosas no se olvidan, la ternura aún no muere -aunque hay que reconocer que está en agonía- y el deseo en ocasiones renace. La nostalgia tampoco, para qué negarlo, ha muerto, pero está a punto.

Ayer por ejemplo sentí que la presencia del innombrable ya no me era "tan" indispensable. Como que esta niña mala empieza a disfrutar su independencia, el no esperar una llamada para ir a tomar un vino, el no preocuparse por la compra de una nueva falda o un par de aretes para su próxima cita. Así es.

Ahora ella anda en jeans, como en los viejos tiempos, como siempre fue ELLA, antes de ÉL. Sí, los zapatos de baja suela que tanto ama, el rostro sin maquillaje y una cola rala, medio floja y no el moño erguido que lucía cuando el innombrable formaba parte de su existencia.
Pero bueno, ¿a qué va todo esto? ¿no era acaso Sensibilidad Musical, segunda parte?. Bueno, la distracción es mi peor pecado, jeje, eso ya lo aprendí a estas alturas de mi vida.

Para no desairar a nadie, pues retomaré el tema: La sensibilidad musical. Hoy cuando venía en el bus, sonó la cancioncilla esa de "Tu amor me Hace Bien" y aggggggg, que rabia, mis ojos se hicieron cristales ¿qué está pasando? ¿Acaso aún vive algún sentimiento hacia el innombrable dentro de mi?. Racionalmente sé que no, que no tiene sentido y en verdad, como mencionaba, en testos últimos días he sentido que el sentimiento ya empieza a morir, que mis intentos de matarlo están dando su fruto.

¿Entonces?, Creo que sólo Dios y mi médico lo saben. Jajaja, bueno, les contaré. Cosas de la vida, cuando empecé a salir con el innombrable empecé un proceso alérgico severo del cual el médico me dijo: si te resfrias te mueres (ké optimista). Bueno, en serio estuve moribunda (jojo) hace unas semanas por una gripe, con decirles que hasta me dio fiebre y aun no se me cura del todo. En fin, el asunto es que el médico me dijo que este debilitamiento de mi sistema inmunológico ha hecho que me vuelva muyyy sensible, jajaja. Me río no porque me cause gracia esta cosa llaamda alergia, sino porque ahora le encuentro sentido a muuuuchas cosassss.
Esa sensibilidad extrema hizo que desaparecieras mi estimado innombrable, porque es ella quien me hizo triste (sí ¿recuerdas el mensaje?, algo débil (quizá) y hasta llorona (qué patriota, tú entiendes). El médico me dijo -cuando le conté- que todas esas reacciones eran producto de mi diagnóstico (cruzado con el primer día del período menstrual, sí, los dos tristes episodios con el innombrable, coinciden con la llegada "del que viene cada mes" que te alborota las hormonas y de por sí ya te cambia el ánimo). Bueno, toda esta explicación dada por el médico recién la super en diciembre, demasiado tarde.
Quisiera decírtelo mi amado innombrable, para que no creas que soy una chillona, y entiendas los por qué, pero creo que si no me haz buscado por lo menos para saber cómo estoy, es porque no tienes el menor interés de saber. En conclusión, comparto estas reconfortantes líneas con quienes deseen leerlas, porque estoy feliz de haber encontrado explicación a esos comportamientos que no sólo desconcertaron al innombrable (que muy fácil lo solucionó desapareciendo del espectro) sino a mi, que por desgracia, seguí viviendo conmigo misma sin saber qué me pasaba. Es reconfortante saber que no estoy loca, ya decía yo, tan linda, talentosa, empeñosa e inteligente chica no podía terminar en el Larco Herrera, jojo.
Bueno, bueno, el médico dice que esta bendita alergia se me irá en dos años.Yo mientras estoy disfrutando cada uno de mis días como si fuera el último, conociendo gente, saliendo, aprendiendo y con metas super gruesas para este año. Ufff, en realidad, este año es bastante alentador para mi y (aunque se rían los agnósticos o ateos) me encomiendo a la Virgen María para lograr todos mis propósitos.

Ayy, creo que este post ha sido muy racional, jejej y algo serio,. Mmmm, la próxima traeréalgo que no sea una confesión de salud o una reflexión, jeje






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